En Barcelona, el agua de la ducha ya no se perderá por el desagüe, sino que será reaprovechada para llenar las cisternas de los váteres. Así se establecerá en una ordenanza para el aprovechamiento de las aguas grises en la que el Ayuntamiento está trabajando y que obligará a los edificios de nueva construcción y a grandes rehabilitaciones a disponer de un sistema que permita recoger, tratar y recuperar para otros usos el agua que se se genera en ducharse o bañarse. @eldiario